La Teta Asustada // Cine
Dentro de un cine peruano mediocre y poco propositivo, sale a la luz "La Teta Asustada". Una historia que cuenta cómo en los años 80, un grupo guerrillero conocido como "Sendero luminoso" sembró el terror en el Perú causando acciones violentas y numerosas muertes. En este contexto muchas mujeres fueron violadas y surgió una creencia supersticiosa que decía que esas mujeres transmitían a sus hijos, por medio de la leche materna, el llamado mal de "la teta asustada", por el cual los niños nacían sin alma.
Claudia Llosa dirige tras su ópera prima, Madeinusa, su segundo largometraje, ahora ganador del Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlin. El film se adentra en el antes mencionado mito de la "Teta asustada", centrando la historia en la joven Fausta, una chica retraída, callada, seria, con baja autoestima y que tiene miedo de que abusen de ella. Acababa de perder a su madre, la cual fue violada en el pasado. Ahora Fausta se siente indefensa, y no puede quitarse de la mente el miedo a ser agredida, miedo que le ha inculcado su madre. Por ello, se ha metido una papa en la vagina para que no la toquen, pero el tubérculo ha echado raíces y eso le produce una infección y mareos. La joven vive con sus tíos en una casa de un barrio pobre de Lima, y se dedican a organizar bodas para salir adelante.
Aunque la época del terrorismo acabó y su tío le dice que nadie le hará daño, ella teme a los hombres, a los que ni se acerca. Sus canciones en quechua le ayudan a consolarse, pero Fausta debe, y querrá, en un momento determinado de la trama, encontrar una salida a ese vacío interior que está acabando con ella.
De todos modos, la película ha omitido secuencias desagradables, pues todo se intuye o se relata en forma de canciones. Así mismo, algunos pasajes llegan a despertar la sonrisa del público, como las folkóricas fiestas que organizan los personajes.
La actriz peruana Magaly Solier compone un personaje complejo, que el espectador tarda en sentir próximo. Tiene esa amargura que le embarga, y ese sinsentido de no saber aceptar la nueva realidad que le rodea. En general, la película te empapa de un ambiente netamente andino.
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