Día C // La Ibero desde su más alto nivel
El pasado martes 9 de Marzo, las instalaciones de la Universidad Iberoamericana fueron utilizadas para llevar a cabo el festejo que, desde hace ya 5 años, se celebra.
El cumpleaños de la Ibero, una de las universidades privadas de más prestigio de nuestro país, se llenó de comida por sus pasillos, de gente, de música y de bailes.
Lo que para todos los alumnos de esta universidad son los ladrillos de todos los días, se convirtieron, por una parte, en el paisaje que podía apreciarse a 50 metros de altura desde el bungiee adaptado en la parte más alta del campus donde podías ver hasta el otro extremo de la uni, el estacionamiento, que de lunes a viernes está repleto y no cabe más ni una bici, convertido en el pavimento para rampas de un show de Motocross con piruetas y trucos que normalmente se pueden sólo apreciar en instalaciones especiales.
Desde allá arriba, en el bungiee, podías escuchar la cantidad de gritos que generaba la expectativa del show de motocross, que tuvo una repetición en otro momento del día. Pero más cerca, las escaleras de la explanada de la Ibero se convertían, conforme pasaban las horas, en gradas para poder apreciar cada uno de los shows que en el escenario, frente a las mismas, se exhibía.
Por la mañana un grupo de señores vestidos de traje interpretaban exquisitamente los grandes éxitos de The Beatles, haciendo entonces la apertura del evento. Por detrás del escenario, podías caminar por entre los pasillos que se encuentran situados entre los verdes jardines de la Universidad, donde se montaban por un lado el punto de venta de cervezas; por otro lado, las mesitas de plástico que servían como comedor común para todo aquél que comprase su comida de la treintena de puestecitos de tacos, carnitas, pizzas y demás; por otra parte de los jardines, el toro mecánico y juegos inflables.
Y justo en ese momento en el que te dabas cuenta de todo lo que estaba pasando de manera extraordinaria en el recinto, justo ahí, sin más ni más, sin darte cuenta y apretándose tu estómago mientras te dabas apenas cuenta en una milésima de segundo. En ese momento caías, y no había vuelta atrás. Caías y durante 10 segundos, la caída te parecía eterna. Pero cuando tu cabeza ya quedaba en dirección al suelo y dejabas de rebotar, sujeto de la mitad de tu cuerpo, entonces te dabas cuenta que habías hecho historia en tu propia vida y como parte de la comunidad Iberoamericana.
Te bajan poco a poco, te quitan el arnés y en menos de un minuto ya estás libre para continuar tu camino. Has sido de los pocos que se animaron a ver otro cielo, otro ángulo, otro paisaje, diferente de aquel rutinario.
Estás animado, estás listo, traes la adrenalina y te la quieres seguir pasando increíble. Vas directo al puesto de las cervezas y es demasiado temprano “ Damn it!, ¡Estos jesuitas!, dan chance de beber pero nos ponen límites, ¡No chinguen!” Entonces habrá que ir a comer algo en lo que abren las cervezas.
Te acercas al puesto de los tacos y ahí en medio de los pasillos externos, pedazos de vaca guisándose jugosamente en una gran olla de metal. Termino de comer y ya han abierto las cervezas. “¡Bueno!, al menos este año aumentaron la cantidad a cuatro por piocha.” Y aún así, atascado. Mucha gente, mucha comida, mucha bebida y mucha música, sí que hubo.
Por suerte estuve listo a las 3 pm para poder ver los Hello Seahorse. Sin mencionar que lamentablemente me perdí de la misa que a las12 horas se celebraba en la Capilla. Casi a las 4 pm por la entrada donde se encontraba el Gotcha, un performance de contenido moral fue seguidos por los mariachis que acompañaron el fabuloso pastel que “¡A qué lindo logo el de este año!”, ¡Hasta lo reprodujeron en el pastelote de como 3 metros de largo! Palabras del Padre Rector, un Señor Jesuita empastelado de cachete a cachete.
Una cola enorme para llegar por tu pedazo, y con todo y todo sobró pastel. Bueno, ya eran casi las 5 pm, había que correr al estacionamiento donde estaban los de Red Bull Motocross, pues estaban a punto de comenzar con el segundo show.
Al otro lado, por la entrada de la fuente del Reloj de Sol, la cual nadie nunca entiende que forma tiene: el muro de escalar; la presentación de las dos mejores bandas de la Ibero, integradas por alumnos de la misma; la final de Talento Ibero o Ibero Idol o como fuese que se llamare.
A las 19 horas, comenzó la pasarela, que dio el mood exacto para calentar motores y querer ir a ver los Kinky’s, quienes ofrecieron un show es-pec-ta-cu-lar.
Las escaleras repletas, la gente moviéndose a un mismo acorde de beats. Una hora de pura música mexicana, pero de buena música mexicana. La gente en un éxtasis total, habían fans y no tan fans, pero como fuere, todos estaban unidos y disfrutando del magnífico cierre de este único, único día al año en que tantas de estas cosas estuvieron permitidas de hacer.
Pero lo que no olvidaré jamás es haber tenido la oportunidad de haber estado en el aire con un estómago apretadísimo de la emoción. ¡Felicidades Ibero! “What a wonderful surprise!”
Fotos de AnalauRAD
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