Tercer Piso: Una vida cargada de objetos voladores // Hecho en Casa en el Museo de Arte Moderno
Tercer Piso: Una vida cargada de objetos voladores // Hecho en Casa en el Museo de Arte Moderno
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editorial Revista Apolorama
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sábado, marzo 20, 2010
Por Jonás Fierro
Tercer Piso: Una vida cargada de objetos voladores // Hecho en Casa en el Museo de Arte Moderno
Tercer Piso: Una vida cargada de objetos voladores // Hecho en Casa en el Museo de Arte Moderno
Desde el siglo XX, el capitalismo sin control ha sido el café de todos los días en la humanidad, el consumo de accesorios, la necesidad de tener más y más objetos, han hecho que el hombre busque un status y un nivel de vida con base en lo que posee. En nuestros días hay “gadgets” (en otras palabras baratijas tecnológicas) que en el futuro, no serán más que objetos (perdón Gadgets) dentro de una exposición en alguna galería .
De visita en el Museo de arte moderno que fue inaugurado el 20 de septiembre de 1964 y construido por una iniciativa del entonces presidente Adolfo López Paseos (perdón Mateos), la exposición: “Hecho en casa: Una aproximación a las practicas objetuales en el arte contemporáneo” (nombre largo y confuso) nos remonta a las nostalgia por las cosas que fueron y muy en su interior, nos introduce los términos “cosificación” y “arte objeto”.
Como esta columna tiene la obligación de apelar a la nostalgia, fue grato ver objetos de aquellos años (1980 a 1990) de regreso. El cubo “Lego” que sirvió de ayuda vocacional para los arquitectos modernos, Las antenas de TV que eran el adorno perfecto en la azotea, mientras conocías por primera vez lo que era besar a tu vecina la bonita, las fotos en “rollo” que al igual, fueron las primeras “movidas” de los fotógrafos mayores de 30.
Marcel Duchamps y sus escusados artísticos en un inicio, Andy Warhol y sus latas de sopa Campbells (por mencionar a su obra más famosa, pero deberíamos agradecer la creación del grupo de rock: Velvet underground) y hasta Homer Simpson, con su obra “Asador de carne para jardín” (para mayores referencias de esta obra ver la temporada #4 de la serie The Simpson). Todos ellos fundamentales para la exposición que revisamos en esta columna.
Sin tener miedo a que mi vista de rayos infrarrojos dañe la obra y que la cuidadora me regañe por pasar la línea que me separa de esta (la delgada línea roja), la exposición invita a ver “El objeto como forma, la forma como estructura” en otras palabras más de treintones “nada está dicho” (máxima de marca de cigarros ya desaparecida) es mejor hacerle caso a tu intuición sobre lo que observas en una obra, permitir que la obra juegue contigo, no se vale ser intelectual hay que disfrutar y gozar el arte, cruzar esa delgada línea roja.
Si Homero Simpson pudo hacerlo, porque una persona común no puede convertir sus tenis colgados de un cable de luz en arte. El arte se puede hacer donde quiera, el arte lo puede hacer cualquier persona. Tan simple como al finalizar la exposición, tomar un hoja de papel y recordar las leyes de aerodinámica que rompimos en la infancia, al hacer un avión de papel, bautizar la nave y echarlo a volar en el atrio del museo. Un simple performer para un treintón con vuelos de niño.
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