Realizar un viaje a la zona del pacífico de la República Mexicana siempre es bueno, realizarlo al estado de Oaxaca lo hace aún más interesante. En éste mes tuve la oportunidad de ir a la capital del Estado de Oaxaca, la idea era visitar a un par de amigos en la mencionada capital, se encontraban visitando la zona de Puerto Escondido y uno de ellos terminando su servicio social. Posteriormente regresarían a la capital, donde me esperaría un gran tour de 48 horas preparado por ellos.
La visita la realicé del 17 al 19 de julio, justo antes de iniciar las festividades de La Guelaguetza, la cual está basada en una competencia de las regiones que componen el estado, para ver cuál es la mejor región y además agradecer a los demás por lo que se haya logrado durante el año. Me comentaron que casi siempre gana la región del Itsmo. Lo que sí pude presenciar fue La Calenda, la cual es la prefiesta para La Guelaguetza.
Debo mencionar que el tour fue organizado por Francisco Gleason y Brenda Galaz. Durante los meses que Francisco estuvo realizando su servicio social pudo conocer muchas de las tradiciones y costumbres de la región. Todo eso y más por alojarse en "La Casa de Lupita", casa famosa por recibir visitantes de todas partes del mundo quienes no sólo desean alojamiento, sino conocer más sobre la región ( www.lacasadelupita.blogspot.com ). Me fue grato alojarme ahí por al menos dos días.
Todo comienzó yendo al Mercado 20 de Noviembre en donde comí carne asada con chapulines, (la carne es llamada tasajo). Terminando con mi primera experiencia culinaria probé una nieve de 3 leches con leche quemada de "La Chagüita", una nevería con 200 años de tradición que se encuentra en el mismo mercado. Continué con el piedrazo, que de haberlo comido por completo hubiera terminado con una fuerte acidez, ya que es preparado con un 80% de vinagre, chile en polvo, bolillo, cebolla cambray y al parecer una fruta más que no recuerdo. Después de probar el piedrazo me recomendaron tomar tejate para alivinar el estomago, la cual es una bebida preparada con cocoa, agua y harina de maíz.
La vida nocturna en Oaxaca capital se dá por lugares como cantinas, bares, mezcalerías, tales como La Casa del Mezcal, Chinampa, Elefante, entre otros. Donde podrás encontrar visitantes de diferentes partes del mundo. Así como en la Ciudad de México terminamos la noche comiendo tacos, en Oaxaca es tradicional comer la tlayuda, una enorme tortilla frita sin enrollar con carne, lechuga, verduras, etcétera; obviamente los ingredientes pueden cambiar.
Al día siguiente comenzamos con la visita a San Marcos Tlapazola, en este lugar venden barro y artesanía típica de la región del Valle. Para llegar allí hay que tomar la carretera hacía Mitla , no recuerdo la desviación a tomar que hace atravesar un camino de terracería de al menos 15 minutos. Continuando regresamos a la carretera para después ir a Santiago Matatlán, pueblo conocido como "La capital mundial del mezcal", ahí se puede comprar el mejor mezcal que va desde el de pechuga, de gusano, cremas de mezcal, entre otras variedades. Pude probarlos todos, son muy buenos, nada comparado al mezcal comercial que se vende en el centro del país.
Cayendo el atardecer hicimos la visita arqueológica a las ruinas de Mitla, lástima que llegamos justo cuando cerraron. Lo curioso de lugar es ver la iglesia que se encuentra construida sobre las ruinas prehispánicas.
Retomando la experiencia culinaria el día terminó con una cena en "La Zandunga", lugar reconocido por ser el único donde se vende comida de la región del Itsmo en la región del Valle (Oaxaca capital). Entre lo que pude deleitar se encuentra el Molote, Nanguis, Empanada, Tasajo en salsa, todo ello acompañado de una variación de la tortilla, la cual es un tanto frita y sin enrollar. Desde la ventana del restaurante pudimos ver la celebración de La Calenda en el centro.
Como comentario personal es un tanto impactante ver las condiciones en las que se encuentra la Ciudad de Oaxaca después de la ocupación por la APPO y los maestros. Realmente comprendo el enojo de la población de la región con lo que sucedió; es triste además ver que este año La Guelaguetza se haya politizado, llegando al grado de haber dos, la oficial y la de los maestros.
Espero poder regresar el próximo año para conocer más de esta parte del país que me dejó muy satisfecho. En la siguiente visita trataré de conocer más acerca de los hongos, de los cuales se debe hablar con mucha seriedad, ya que es una tradición milenaria que se debe tomar con mucho respeto. Pude saber la forma en cómo deben ser consumidos y toda la preparación mental y física que se debe tener antes de ello.
Concluyo comentando que a pesar que estuve por tan sólo 48 horas, el tiempo pasó muy lento en un lugar tan mágico.
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