Alcanzar una meta, deportiva o de cualquier índole, demanda de un esfuerzo. Como en un juego de video, requiere que empecemos a practicar el juego y encontrar la manera de alcanzar esa meta, ya sea que encontremos una llave, o venciendo a muchos enemigos, o por el medio que sea pero llegar hasta esa meta.
Muchas de las metas que tenemos nos han sido impuestas y luego las aceptamos. Pero hay otras que creamos nosotros mismos. Vamos a la escuela a prepáranos, pero porque nos mandan nuestros padres, porque la sociedad ha impuesto que debe haber una educación básica obligatoria para todos y en la cual participamos, a veces aunque no queramos.
Sin embargo, en ese desarrollo, hay muchos que les gusta estudiar y plantean como meta ser ingenieros. Otros se relacionan y encuentran otras oportunidades, por ejemplo: ser deportistas profesionales. Vemos a estrellas del fútbol como Pelé, Maradona, Hugo Sánchez, Ronaldiño, Cuauhtémoc Blanco, etc., y nos vemos como futbolistas profesionales emulando sus hazañas, y hasta miembros de la selección nacional.
En ocasiones adicionalmente a la educación básica, los padres invierten en la participación en clubes deportivos para el desarrollo físico de los jóvenes, con gastos que van desde uniformes, participación en competencias hasta entrenamientos particulares con entrenadores de alto rendimiento.
En todos estos casos, la probabilidad de alcanzar éxito es baja, ya que la preparación por sí misma no garantiza que se alcanzara el éxito que se desea. Jugar en el nivel profesional es muy difícil ya que participan solo 600 jugadores en la liga, de los cuales muchos son extranjeros y cada año solo hay lugar para 10 o máximo 20 jugadores novatos y para estas plazas participan 20 mil o más candidatos de alto nivel.
Entrar a los negocios es muy similar, entrar al mundo de los negocios es igual, entran muchos a la competencia, pero solo unos cuantos se quedan ahí. La diferencia es que la competencia es más abierta y cualquier persona está en posibilidades de intentarlo.
Hacer un negocio es divertido, un negocio puede ser permanente o por un tiempo limitado. Quien no ha participado en una feria o kermés escolar donde entramos a participar en un negocio y llevamos nuestra participación para obtener recursos para nuestra escuela o para un fin particular. También recordemos las polladas (famosas por el programa de Laura en América) para la obtención de recursos con un objetivo particular.
¿Quién puede hacer negocios? Tenemos el paradigma que solo los adultos pueden hacer negocios. Pero eso es falso totalmente ya que negocios puede hacer cualquier persona. Vemos a jóvenes voceando sus periódicos ese es un negocio individual, personal, de reducida inversión. También jóvenes lavando autos, otro negocio individual, personal, de reducida inversión.
Entonces, ¿por qué limitar a los que pueden hacer negocios? Negocios pueden hacer todos. Cualquier persona, de cualquier edad y circunstancia.
¿Existen negocios de segunda categoría? Claro que no, solo hay una diferencia entre rendimiento e inversión. El rendimiento de los negocios es algo importante, de ello depende la permanencia en el mercado de un determinado producto o servicio. El negocio depende del rendimiento que dé sobre la inversión. Hay negocios que dan mucho rendimiento con poca inversión y otros con mucha inversión y rendimientos limitados.
Es evidente que una persona que tiene mayor educación puede hacer mejores negocios, ya que podrá entrar en campos de negocio que pertenecen a personas con conocimientos especializados. Por consiguiente los negocios con mayor especialización son particularmente con mayor rendimiento.
Un día, en mis clases en la universidad, un alumno me pregunto:
“… yo voy a ser ingeniero, cuando entro a una empresa a trabajar como empleado ¿estoy haciendo negocio? ….”
En realidad sí, porque estoy vendiendo mi fuerza de trabajo especializada para una empresa de servicios especializados, y obtengo un salario (pago por la venta de mi trabajo) competitivo. Sin embargo, quien recibe mejores rendimientos es el dueño o dueños del negocio de servicios especializados, que está contratando al ingeniero.
Es decir, yo tengo mi negocio de venta de mi trabajo y me pagan por eso, entre más especializado sea mejor me pagan, y entre más experiencia obtengo mejores contratos de trabajo puedo obtener y mi negocio mejora. Además es un negocio con poco riesgo financiero ya que puedo estudiar en universidades públicas con un costo muy bajo por la obtención de conocimientos. Obviamente como lo mencionamos antes, la competencia por los puestos de trabajo es muy grande. Además que para ser competitivo hay que estar actualizado en los conocimientos más recientes, porque en la actualidad una carrera universitaria queda obsoleta a los cinco años. Los títulos universitarios deberían tener una leyenda que diga, en forma similar a los alimentos perecederos, caduca en…
Entonces, ¿no debo estudiar?, ¿qué negocio debo hacer?, ¿Cómo enfrento mi futuro?
Estudiar, claro que hay que hacerlo, así tenemos más herramientas para hacer frente a la vida, para lograr mejores resultados en el futuro. Estamos preparados para alcanzar más altos objetivos. Y, por lo tanto, para hacer mejores negocios.
¿Qué negocio?: hay que hacer lo que nos gusta, aquello para lo que somos buenos, lo que nos resulta divertido, aquello que podemos hacer sin estar aburridos, lo que nos da satisfacción realizar.
El futuro lo voy a enfrentar así, como viene, estando preparado para los retos, creando mis propias oportunidades, y por supuesto viendo por alcanzar mi felicidad.
¿Cuál va a ser mi negocio?
Eso lo define cada quien, viendo un poco hacia dentro de sí mismos, viendo cómo es que sentimos alegría y felicidad de estar haciendo algo, ver cuál es el éxito que deseas alcanzar. En pocas palabras, como alcanzar tu éxito personal con tus propios valores. Analizando tus fortalezas y debilidades y haciendo que cada debilidad se convierta en una oportunidad y luego en una fortaleza.
Casi todos hemos visto grandes ideas de negocios que parecen atraer la atención de todos; ideas que hacen que algunos productos y/o servicios se vendan en grandes cantidades, generando a sus creadores enormes ganancias monetarias. Pero, ¿de dónde vienen todas esas ideas “geniales”? la respuesta es que provienen de la capacidad creativa.
Pero, ¿cómo se puede llegar un a ser un emprendedor verdaderamente "creativo"? en realidad ambos conceptos tienen casi el mismo significado, ya que la creatividad suele definirse como hacer las cosas de diferente manera, hacer algo nuevo y encontrar mejores soluciones a problemas cotidianos y una persona emprendedora posee el deseo de "hacer algo nuevo, ¿cómo? iniciando un negocio". Por lo tanto, todo emprendedor es en sí mismo creativo.
Es importante señalar que en el mundo de los negocios, la creatividad es hoy por hoy, una condición que constituye una de las principales ventajas competitivas para las empresas, tanto en la búsqueda de nuevas oportunidades de negocios, la excelencia en el servicio al cliente, la toma de decisiones en inversión, los planes de publicidad y en la creación de nuevos productos y/ servicios.
Actualmente existen diversas técnicas y habilidades creativas que le ayudarán a todo emprendedor a generar nuevas ideas creativas, permitiéndoles crear negocios diferentes e innovadores, encontrar soluciones distintas a problemas cotidianos y ofrecer a los clientes nuevos productos y/o servicios de acuerdo a sus necesidades.
Muy buen artículo Mr. Sergio Pérez, bienvenido a la revista!. No había analizado con anterioridad que el trabajar para una empresa ya es un medio de negocio, se me hizo muy interesante ese punto. Saludos
HOLA QUE TAL ME AGRADO MUCHO TU ARTICULO ; CREO QUE TIENeS RAZON EN DECIR QUE TODOS PODEMOS FORMAR UN GRAN NEGOCIO, ESPERO SIGAS ESCRIBIENBO PARA INTERCAMBIAR IDEAS
HASTA LUEGO
ATTE JERRY