Una excelente historia relatada desde una perspectiva fílmica admirable, hacen de Lake Tahoe una película que debe estar en nuestra colección.

La ambientación de la película se realizó en la ciudad de Progreso en el estado de Yucatán, México. Todo transcurre en el momento en que Juan (Diego Cataño), choca el automóvil de la familia después de una gran depresión que ronda en su hogar, cuestión que se va descubriendo durante la historia. Juan con un poco más de 100 pesos en su bolsa, emprende una caminata en busca de alguien quien pueda ayudarlo para reparar su carro el cual se encuentra estrellado en un poste de una avenida de Progreso. Durante su trayecto conoce a un mecánico de edad avanzada que tiene como compañero a un perro boxer llamado Sicca, el mecánico sólo le dirá cómo reparar el daño, pero nunca ira al lugar del accidente, es por ello que Juan continúa su búsqueda por alguien que lo auxilie. Se encuentra con una refaccionaria donde lo atiende Lucia, joven y rebelde madre que buscará alguna forma para poder ayudarlo. Es donde conoce a David, encargado principal de la refaccionaria y aficionado a las artes marciales. En el transcurso de la narración de la historia, las vidas de estos personajes confluyen para que Juan por fin pueda regresar a su casa para ver a su madre y su hermano; la parte final es donde uno como espectador conocerá la situación que ronda por su hogar, una gran pérdida familiar.

El título de la película no remite a ningun hecho relevante durante la narración de la historia, simplemente hace referencia a un lugar que fue visitado por uno de los miembros de la familia. Cabe decir que la fotografía es excelente, ésta misma estuvo a cargo de Alexis Sabé, quien ha trabajado de la mano de excelentes directores, para Lake Tahoe logró que cada toma fuese una fotografía donde simplemente los personajes se movían e interactuaban dentro de ella.

La cinta tuvo una corta presentación en las salas de cine de nuestro país, además de que nada más se distribuyeron 30 copias para su comercialización. El director comentó que no pretendía mostrarla de forma masiva, ya que cuenta una vivencia familiar de Eimbcke. A pesar de ello, esta obra ha sido galardonada con varios premios a nivel mundial y da cuenta que todavía existen grandes directores que confían en hacer un rodaje en su país con un presupuesto austero, pero una gran calidad de producción.