Rondando por el centro de la Ciudad de México hace un par de días me dieron un periódico que en una ocasión anterior ya me habían ofrecido, el nombre de dicha publicación impresa es Machetearte, Periódico Satírico y de Combate. Ésta publicación se mantiene a través de los donativos de las personas - en el mismo periódico dice que es para el papel y la tinta-. De cualquier forma todo lo hacen por informar sobre temas que medios masivos de comunicación por obvias razones no dirían. Cabe mencionar que Machetearte es distribuido por algunas personas que comúnmente se congregan en el bar UTA, ubicado en el Centro Histórico y al cual algunos colaboradores hemos asistido en varias ocasiones para escuchar muy buena música y dejar a un lado los típicos lugares para tomarse una chela.
El periódico Machetearte es editado en la colonia Juárez de la Ciudad de México. Si quieren un ejemplar sólo basta darse una vuelta a los alrededores del Zócalo de la Ciudad de México y aceptar el ejemplar que comúnmente ofrecen en la Zócalo esquina con Calle Madero, claro está no olvidar darles un donativo. Después de la breva reseña sobre Machetearte, es tiempo de compartirles un artículo muy interesante sobre los mitos y realidades de la navidad, artículo que extraje de dicha publicación.
[ Artículo extraído de Machetearte, Periódico Satírico y de Combate.
S/autor. "Mitos y Realidades sobre la Navidad". Machetearte, Periódico Satírico y de Combate. México 2008. No. 1430, 17 al 22 de diciembre del 2008, página 2. ]
Mitos y Realidades sobre la Navidad
Santa Claus actual inventado por la Coca Cola
Santa Claus es una figura muy reciente, hija de la imaginación de dos escritores neoyorquinos, nieta de la devoción de holandeses errantes, y real gracias a un dibujante satírico y a la publicidad de la Coca-Cola.
La figura de Santa Claus se construyó sobre la de San Nicolás, obispo turco del siglo IV cuyo mito y culto se expandió por toda la Europa Medieval. Desde mediados del siglo XIII el día de San Nicolas se centró en los obsequios a los niños. La tradición de San Nicolás llego a Nueva York en 1621 con los emigrantes holandeses. Washington Irving, en 1808, escribió una sátira – Historia de Nueva York- en la que deformó al santo patrón holandés – Sinter Klauss – hasta transformarlo en el precedente Santa Claus (pronunciación que los angloparlantes le dieron al nombre holandés). El éxito popular del personaje de Irving se completó en un poema de Clement C. Moore, publicado en 1823, que acabó de inventar el mito del generoso y alegre personaje navideño. Un dibujante satírico, Thomas Nast, entre 1863 y 1886, creó progresivamente la imagen básica de Santa Claus a través de sus ilustraciones publicadas en la revista Harpers. La vestimenta roja del personaje nació a finales del siglo XIX como consecuencia del desarrollo de técnicas de impresión en color.
El ya popular Santa Claus pasó a Gran Bretaña a mediados del siglo XIX y de allí a Francia, donde se fundió con el Bonhomme Noël, origen de Papá Noél. La imagen actual de Santa Claus/Papá Noél se debe a la Coca-Cola que en 1931 le encargó al pintor Habdon Sundblom que remodelara al personaje de Nast para hacerlo más humano, atractivo y creíble.
El aspecto de un vendedor jubilado llamado Lou Prentice sirvió de base a Sundblom para crear en sus óleos pintados entre 1931 y 1966 la figura moderna de Santa Claus, popularizada por la publicidad navideña de Coca-Cola y por el cine norteamericano. El pintor retrató a sus propios hijos y nietos en los anuncios y, a la muerte de Prentice, añadió al rostro de Santa Claus sus propios rasgos nórdicos.
Alrededor de esa figura puramente comercial, que resulta ser la deformación de tradiciones, legados y de cuantas mas cosas será, se arma el circo que ya todos conocemos, que ya raya en lo ridiculo.
...Y pensar que cuando much@s occidentales eramos niñ@s nos mantuvieron flotando en esa y otras mentiras... Aunque esa fue la decoración de muchas infancias con lucecitas baratas.