Estudiante de Relaciones Internacionales
en el Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México
Sudáfrica 2010: EL ENTIERRO DEL APARTHEID
La colonización africana sin duda ha representado una de las fases más oscuras de la historia universal. El patético uso banal de trazos sobre mapas con miras a la repartición solo fomentó las bases de inestabilidad y pobreza que abundan hoy en día en el continente negro. Muchas naciones africanas han tratado de desenvolverse por medio de programas que exigen muchos recursos, sin embargo, la realidad es que la dependencia con quien algún día los colonizó sigue imperando fuertemente en la región. Hoy en día, las nuevas generaciones con nuevas ideas están tomando altos puestos dentro del Estado, lo que significa que inevitablemente las ideas nuevas podrían coadyuvar a un mejoramiento de la sociedad, y por ende un trampolín al desarrollo sustentable en toda África.
Sudáfrica atestiguó en carne propia aquellas atrocidades ocurridas durante el colonialismo, empero, la particularidad de esta nación es que el cáncer del racismo invadió todo tipo de escala sistémica durante 42 años (1948-1990), desde lo social hasta lo político. El Apartheid, símbolo máximo de intolerancia, y herencia autóctona del régimen colonial, mantuvo una línea divisoria literal entre blancos y negros, y que no sería hasta 1994 con la llegada de uno de los íconos más prominentes del siglo XX, Nelson Mandela, que el estado sudafricano vendría a conformarse como tal, como una verdadera nación.
Hoy en día Sudáfrica es considerada como una de las economías emergentes más promisorias a nivel mundial, y prueba de ello ha sido la confianza por parte de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) para que desarrollase la siguiente copa mundial el próximo 2010. Si en algo ha encontrado afinidad la raza negra y blanca en el país, es el amor al futbol, y no cabe duda de que el mundial será la culminación clave de esta empatía fraternal entre la población que desde 1990 ha venido integrándose con más vehemencia.
El deporte une a las masas, el fútbol en Sudáfrica los fraterniza
Por donde se vea, la herencia colonial siempre estará presente en la conformación de los estados que sufrieron tal subyugación en los siglos pasados. En Sudáfrica, dos de los tres deportes más famosos en el país representan la otrora preponderante realeza de la corona británica en países africanos: el rugby y el cricket. No obstante, el deporte más popular en el país es el futbol.
El núcleo de seguidores más importante del futbol sudafricano emana de la comunidad negra, sin embargo, la comunidad blanca en los últimos años se ha venido inmiscuyendo paulatinamente, lo que no solo refleja una cuestión deportiva o de gusto, sino un fenómeno social que ha unido a dos razas de una manera sublime. Citando a la propia euforia sudafricana, no cabe duda que el momento más significativo fue el de la obtención de la Copa Africana de Naciones de 1996, con un equipo conformado tanto por blancos como por negros, y donde el elemento especial fue que se jugó y ganó en la propia Sudáfrica.
Los Bafana Bafana: El primer regalo de la democracia sudafricana
El verdadero primer equipo representativo de Sudáfrica se dio en la copa africana de 1992, ganando su primer partido ante la que hoy sigue siendo una de las potencias del continente: Camerún. Sin embargo, la falta de experiencia y fogueo internacional por parte de los jugadores sudafricanos se evidenció en la ronda clasificatoria para la copa africana de 1994 cuando pierden sus cuatro partidos. A pesar de tal eliminación, el futbol sudafricano efectivamente no se había consolidado deportivamente, pero si había triunfado en darle una razón más a la cohesión social.
En 1996 Sudáfrica albergaría con entusiasmo una edición más de la copa africana de naciones, además de que saborearía las mieles de un campeonato internacional al ganarla con autoridad. El ver a Nelson Mandela alzar una copa de futbol connotaba miles de cosas, un pasado colonial, una triste remembranza fugaz de la segregación racial, un encarcelamiento injusto e inducido, y el olvido momentáneo de los apuros económicos. Sudáfrica era campeona de futbol, con un equipo realmente representativo de la nación; los Bafana Bafana (apodo que se le daría la selección sudafricana y que significa “Vamos muchachos”) marcaron un momento histórico y de felicidad para un país que venía curando sus heridas del Apartheid.
El Mundial 2010: Oportunidad para que Sudáfrica se muestre al Mundo
Sudáfrica juega un rol económico importante en la configuración del nuevo orden mundial. Como mercado emergente, la nación sudafricana ha abierto con fuerza sus puertas a la inversión extranjera, además de que ha desarrollado con eficacia diferentes departamentos del Estado que le han permitido crecer económicamente. Hoy cuentan con una de las líneas aéreas más importantes del mundo (Southafrican airways), así como con una excelsa protección de sus recursos naturales y gran programa de turismo. Sin embargo, la desigualdad económica dentro de la población sigue siendo un problema imperante, y una prioridad básica para el gobierno.
La elección de Sudáfrica como anfitriona del próximo mundial refleja el crecimiento que ha tenido el país en cuanto nivel de democracia, cohesión social, y economía emergente. En 2010, Sudáfrica recibirá la atención de todo el mundo, y aunque la presión a dos años no ha bajado su tenor (construcción de estadios, infraestructura, etc.), los sudafricanos se limitan a contestar que ellos van a su ritmo y prometen que todo estará concluido para cuando llegue la fecha de inauguradora. La celebración de uno de los eventos con mayor audiencia a nivel mundial se enterará de que el fantasma del racismo se ha erradicado; Sudáfrica 2010 no solo significará la primera copa del mundo en África, será algo más, será la fiesta que anuncia el entierro del Apartheid.
0 Response to "Sudáfrica 2010: EL ENTIERRO DEL APARTHEID"