Por Aldonza Romero
Un Paseo para el Emperador
A lo largo de la Historia nuestro México ha ido acumulando una serie de símbolos que lo han forjado como nación; algunos de los más importantes y sin menospreciar a los que están en el interior de la República se encuentran en la Ciudad de México, el corazón del país; de los más destacados y reconocidos en el mundo es el Paseo de la Reforma o Avenida Reforma, ésta es la Avenida más grande de la ciudad.
Sus orígenes se remontan al Segundo Imperio, cuando el desafortunado Archiduque Fernando Maximiliano José de Habsburgo y acompañado por su célebre esposa Carlota Amalia, etc, de Bélgica llega a la capital del país, en primera instancia es hospedado en el Palacio Imperial ( hoy Palacio Nacional), sin embargo cuando escucha sobre Chapultepec, pide que lo lleven al lugar y cuando ve lo que ahora es el Castillo queda profundamente enamorado del lugar y sus alrededores, por lo que de inmediato ordenó se le instalara en aquel lugar, pero, este hermoso palacio aun no estaba en condiciones de que lo habitara un emperador, por lo que él y su esposa tuvieron que pasar algunas incomodidades; bien pues ya residiendo en áquel lugar, Max como le gustaba que lo llamaran, encuentra un pequeño contratiempo, resulta que para trasladarse del Castillo al Palacio Imperial era muy difícil, por lo que en uno de estos trayectos en su carruaje, ideó y trazó una calzada que le hiciera el camino más corto, ésta calzada iría desde el Castillo de Chapultepec hasta el Palacio Imperial, pero hay historiadores que nos dicen, que originalmente se trazaría del Castillo a la Glorieta del Caballito, que en realidad es la representación de Carlos IV. Se dice que el Archiduque caminaba varias veces hasta el Alcázar para inspeccionar las obras y dar nuevas ordenes. Esta calzada llevaría por nombre "Calzada del Emperador" en honor a su majestad imperial.
Maximiliano en su calzada reproduce el esquema de los Campos Eliseos en París, que también es un símbolo importante para esa ciudad, el monarca austriaco al igual, que Napoleon III puso algo de militar en su construcción ya que tanto los Campos Eliseos, como la calzada del emperador servían para que en caso de guerra el desplazamiento de las tropas fuera mas rápido; a su muerte la calzada que en sus inicios era angosta y sin adornos, cambia de nombre por el de Paseo Degollado, y posteriormente con el presidente Juárez es con quien toma el nombre de Paseo de la Reforma. Después de Juárez otros presidentes fueron embelleciéndola, sembraron arboles, en las glorietas se levantaron fuentes, se pusieron bancas de descanso y se coloca el monumento a Cristóbal Colón, durante el porfiriato se coloca también la columna de la independencia y el paseo es testigo de los festejos del centenario de la independencia, en esa época la burguesía solía pasearse por ahí luciendo sus atuendos más lujosos, con el tiempo, el pueblo pudo caminar por este paseo y con la aparición del primer automóvil se convierte en Avenida.
Actualmente ésta avenida ha sido testigo de mil manifestaciones, mítines etc, diario se puede observar el trafico en sus calles, pero es muy agradable pasear por ahí y ver los modernos museos, las variadas exposiciones que se encuentran a lo largo de ella. Ésta Avenida se hizo para admirar su belleza, es para los mexicanos un símbolo de modernidad; así que yo los invito a contemplarla, pero sobre todo a respetarla y a preservarla, México es heredero de una inmensa y maravillosa cultura, cuidemos nuestro patrimonio cultural, porque un pueblo sin historia es un pueblo sin raíces!!!
Ciao
Un artículo muy interesante sobre la historia de Avenida Reforma que pocos conocemos!. Aldonza, Bienvenida a la Revista!
Atte. Gerardo Sánchez
disculpa, pero creo que hay un dato que no es verdadero en tu comentario, av. reforma no es la mas grande de la ciudad.. ese titulo se lo lleva otra avenida INSURGENTES.. q de norte a sur y viceversa se convierte en la avenida mas grande de la ciudad de mexico¡