Estado: Conectado // Redes Sociales en Internet
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editorial Revista Apolorama
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sábado, julio 11, 2009
Por Sergio Su
Estado: Conectado // Redes sociales en Internet
Mientras escribo este post tres amigos están cambiando su estatus en Facebook:
- "Propongo peda en mi casa hoy, quién se apunta?"
- "Por fin descansamos de marianita y el PRD"
- "Mi galleta de la suerte dice: Hoy tendrás mucho sexo"
A primera vista, no hay lógica en la conducta aparentemente irracional de conectarse múltiples veces al día a un sitio en internet para estar actualizado sobre los pensamientos de gente que uno conoce o con la que tiene alguna relación. Sin embargo, millones de personas lo hacen cada día en los sitios de redes sociales como Facebook, Flickr, YouTube y Twitter.
Antes de que las redes sociales tomaran impulso, a mediados de esta década, la web era fundamentalmente un flujo de información undireccional. Uno se conectaba a un sitio y éste entregaba contenido, algo así como un puesto de revistas. Si bien había algunas formas limitadas de comunicarse de vuelta, a través de foros en internet o publicando su propio sitio web, éstas no eran maneras muy efectivas de hablar con otros en la red, de la misma manera en que las personas se comunican en la vida diaria. Los usuarios de in
ternet, insatisfechos con ser receptores mudos de información, descubrieron que querían expresarse. Y los sitios web de redes sociales proporcionaron esta plataforma.
Según la enciclopedia Wikipedia, “en su sentido más básico, las redes sociales son un cambio en la manera en que la gente descubre, lee y comparte noticias, información y contenidos. Es una función de sociología y tecnología, transformando un monólogo (de uno a muchos) en un diálogo (muchos con muchos), y es la democratización de la información que transforma a la gente de lectores de contenidos a editores”.
Facebook puede llevarse buena parte del crédito por haber convertido la tendencia en una revolución del mercado de masas. El sitio, desarrollado por un estudiante de Harvard en 2004, fue creado como vía para que los universitarios pudieran mantenerse en contacto unos con otros, enviar información de sí mismos y conectarse con otros amigos en su campus. Hoy Facebook tiene más de 200 millones de miembros alrededor del mundo. Es como un Google para tu vida. Google no te dice qué están haciendo tus amigos el sábado en la noche, pero puedes saber en qué andan a través de Facebook.
Pero antes de Facebook estaba Hi5, ya caído en el olvido. MySpace, centrado básicamente en la música, también es anterior a Facebook y sigue siendo uno de los sitios más visitados de internet. Y hay muchos más: Linkedin se usa para los contactos de negocios; Orkut es de Google –muy popular en Brasil y la India–; Flickr es para compartir fotos; y, por supuesto, YouTube, también de Google, pero para compartir videos. El más reciente favorito en la escena de las redes sociales es Twitter. Cuando se crea una cuenta en su sitio web, simplemente hay que responder a la pregunta: “¿Qué estás haciendo?” Se pueden escribir respuestas de hasta 140 caracteres. Lo que uno envía puede ser visto por cualquiera que quiera “seguirnos”, es decir, que quiera suscribirse a nuestras entregas de 140 caracteres.
De hecho, muchísimas personas hacen público desde lo más mundano: “Acabo de tomarme una taza de café”, pasando por lo noticioso: “¡Gripe porcina en Cali!”, a lo farandulesco: “Buenos días, desde una reunión de producción”. Además de millones de personas comunes y corrientes, las celebridades también se han abalanzado sobre el sitio. Ashton Kutcher tiene cerca de un millón 900 mil seguidores en Twitter. El también “twittea” con su esposa Demi Moore.
En respuesta a este fenómeno de las comunicaciones, las compañías de telefonía celular están desplegando torres móviles en grandes eventos para que las personas que estén recibiendo o enviando información puedan usarlos.
Lo que en definitiva mueve al fenómeno de los sitios de redes sociales es el deseo de las personas de compartir información al momento que ésta se genera ante sus ojos. Permite a las personas la oportunidad de conectarse con otros, sin límites geográficos o de tiempo. La información cruza fronteras y el tiempo se desplaza
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Me gustó mucho tu artículo. Hace algún tiempo realicé un ensayo sobre el fenómeno, lo que derivó en investigar la evolución de la Web 1.0 (unidireccional) a la Web 2.0 (interacción entre usuario-página-usuarios). Si hubieras profundizado en dichos tópicos sería un artículo excelente, ya que la información que ofreces es muy sabida, aunque no deja de ser un muy buen análisis del fenómeno de la Web2.0, la cual está cambiando nuestra forma de usar la internet.